martes, 7 de diciembre de 2010

Tu boca, para besarla,
morder despacio tus suaves labios,
probar su aroma y fresco sabor…


Tus ojos, para sólo mirarlos,
mirarme en ellos
y descubrir su esplendor…


Tu cuerpo, para sentirlo mío,
abrazarlo fuerte pero despacio,
besarlo todo y disfrutar
su inigualable olor, ese perfume
que embriaga hasta mi razón…


Tú… para jamás buscar a nadie más.


No hay comentarios: