Acaricio tu pelo
y desmayo mis dedos
muy junto al pecho,
atado en celos
que mueren cual eco…
Desnudo tu piel,
recorro tu cuerpo
que baño de miel
cada vez más lento.
Aunado a tu lecho
del fuego que bebo
con sólo un beso,
tu cielo a mi cielo
en ocaso yerto.
Traiciono mis ojos,
divago en la hiel
de mis pensamientos,
mirándote en él
tirada a sus brazos
¡maldito aquel!.
Provoco mis celos
torpes en manojos,
solamente solos,
callando suspiros,
tirando los sueños
bebiendo en antojos…
Y yo a tus pies
implorando amarte,
tenerte y besarte
más de una vez.
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