Como tantas veces desperté,
dejé en la cama un tanto mío
y otro tanto me cargué…
Fue igual que ayer
con sus ayeres,
ése yo, aquellos brazos,
el instante, ése todo…
Un bostezo
de la cama a la vida,
el regalo anunciado
dormitando mis pupilas
Abrazado entre lo tibio
que me envuelve de caricias,
tirado entre la hierba
atrapando los instantes
para que jamás se marchen
Viendo el cielo
anunciando el ocaso,
estrellando las auroras,
para ya no alborear.
Sortilegio alucinante
que coincide hoy por mí…
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