Los tintes que emanan de mí ser
se están pudriendo…
Cada tanto se me acaba
y no pretendo ya ser nada,
más me apago y cada día vale más…
Los momentos no son nada,
se esfuman…
y las horas como agua
son liquidas y no puedo beberlas,
se escapan de mis manos…
No pretendo más que sentir que vivo
y no lo hago…
cada instante de mis horas
sólo sigo mas no vivo.
Mi cerebro es un torbellino
y las mil ideas que tuve
han dejado de existir
Tirito y me flagelo
con la idea de morir…
y es que entiendo
que este engendro no es eterno,
más me aferro a vivir
aunque siento
que he dejado de existir…
No hay comentarios:
Publicar un comentario