En el árbol de la fe
puse mis esperanzas,
en la tierra que he labrado
puse todo el corazón
y el primer fruto
que ha nacido,
es de verdadero amor.
Para mi es casi un cielo
del que brota la ilusión,
y lo he guardado en cofre de oro
junto a mí corazón,
donde guardo el tierno sol
que brilla en sus ojos…
Mis sueños
engrandecen sus palabras,
pues de una en una
me han dejado enseñanzas.
En su piel de tiernos aromas
junto al mar de sus palabras,
un abrazo no me basta
pues la siento tan amada…
Un ángel ya lo han dicho
casi madre digo yo.
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