El día ya se fue,
y las gotas de mi ser
se esfumaron en papel,
me sobraron las palabras
faltaba quién las escuchara…
Yo sólo miraba…
no podía tocar
Era libre a pensar
los deseos de besar
ésos labios que invitaban a pecar
Los miré
y sobre ellos me lancé,
soñando hasta el amanecer.
Cambió mi forma de querer,
fui libre un instante
y en tus brazos me soñé…
Es tu piel
la más tibia que besé.
Caminando de repente desperté
y de nuevo te miré,
ahora sé porque siempre te busqué…
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